martes, 29 de abril de 2014

"A palabra escrita non é máis ca sombra da palabra"


Contar con autores gallegos tan geniales como Xabier P. Docampo en el panorama literario actual es todo un honor para nosotras y para nuestra lengua. Pero si además podemos asistir a una charla donde empaparnos de su gran ingenio, eso es formar parte de la historia. Todas recordamos leer con gran expectación libros como O misterio das badaladas o Cun ollo aberto e outro sen cerrar, y a través de esos recuerdos, nos damos cuenta de la pequeña huella que este rabadense dejó en nuestra infancia.
Docampo, además de escritor, guionista, actor de teatro, cuentacuentos; también es maestro y, será que la profesión se lleva por dentro, pero el caso es que su constante preocupación por la lectura en la primera infancia, pone de manifiesto su vocación de enseñar, pero sobre todo de introducir a los más pequeños/as en el maravilloso mundo de la literatura. Nos habló de la importancia de la literatura de tradición oral, de la importancia de aprender a hablar y practicar el habla a partir de la oralidad: poesías y rimas, canciones, cuentos sencillos... Y también del hábito lector, y de la responsabilidad, como maestras, de realizar una buena selección de Canon en nuestra biblioteca de aula o de centro, que satisfaga las necesidades de los niños y niñas y que les estimule su imaginación y su creatividad y en definitiva, como dijo Xabier, que les ayude a crecer.
A partir de esta reflexión de la importancia de la oralidad en la infancia y también de la gran presencia de literatura de tradición oral en nuestra Comunidad, escogimos una pequeña leyenda que nos contaron a una de nosotras de pequeña, y dice así:
Cuando era pequeña solía ir todos los veranos a un pueblo de la provincia de Ourense llamado Castro Caldelas. En el pueblo, había un castro en el que estaba situado gran castillo donde pasaba horas y horas jugando con mis primas. Fantaseábamos con ser princesas de aquel reinado y disfrutábamos soñando con ello. Un día, mi tía se acercó a nosotras y nos preguntó si sabíamos porque se llamaba así el pueblo y el castillo, nosotras, asombradas le respondimos que no y comenzó a contarnos la leyenda...
 
"Cuenta la leyenda que hace muchos, muchísimos años, un rey vivía con sus tres hijas en el Castillo del reinado de Ourense. Un día un valiente y apuesto joven, acudió al Castillo a pedirle al rey la mano su hija. El rey muy enorgullecido le preguntó:
- Cal delas?"
Y de ahí quedó el nombre del Castillo de Castro Caldelas".


Bouso González Sara
Castro Colmenero María
González Chaín Arancha

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