Contar con
autores gallegos tan geniales como Xabier P. Docampo en el panorama literario
actual es todo un honor para nosotras y para nuestra lengua. Pero si además
podemos asistir a una charla donde empaparnos de su gran ingenio, eso es formar
parte de la historia. Todas recordamos leer con gran expectación libros como O misterio das badaladas o Cun ollo aberto e outro sen cerrar, y a través de esos recuerdos, nos damos cuenta de la pequeña huella que
este rabadense dejó en nuestra infancia.
Docampo, además de escritor,
guionista, actor de teatro, cuentacuentos; también es maestro y, será que la
profesión se lleva por dentro, pero el caso es que su constante preocupación
por la lectura en la primera infancia, pone de manifiesto su vocación de enseñar,
pero sobre todo de introducir a los más pequeños/as en el maravilloso mundo de
la literatura. Nos habló de la importancia de la literatura de tradición oral,
de la importancia de aprender a hablar y practicar el habla a partir de la
oralidad: poesías y rimas, canciones, cuentos sencillos... Y también del hábito
lector, y de la responsabilidad, como maestras, de realizar una buena selección
de Canon en nuestra biblioteca de aula o de centro, que satisfaga las
necesidades de los niños y niñas y que les estimule su imaginación y su
creatividad y en definitiva, como dijo Xabier, que les ayude a crecer.
A partir de esta reflexión de la importancia
de la oralidad en la infancia y también de la gran presencia de literatura de
tradición oral en nuestra Comunidad, escogimos una pequeña leyenda que nos
contaron a una de nosotras de pequeña, y dice así:
Cuando era pequeña solía ir todos los veranos a un pueblo de la
provincia de Ourense llamado Castro Caldelas. En el pueblo, había un castro en
el que estaba situado gran castillo donde pasaba horas y horas jugando con mis
primas. Fantaseábamos con ser princesas de aquel reinado y disfrutábamos
soñando con ello. Un día, mi tía se acercó a nosotras y nos preguntó si
sabíamos porque se llamaba así el pueblo y el castillo, nosotras, asombradas le
respondimos que no y comenzó a contarnos la leyenda...
"Cuenta la
leyenda que hace muchos, muchísimos años, un rey vivía con sus tres hijas en el
Castillo del reinado de Ourense. Un día un valiente y apuesto joven, acudió al
Castillo a pedirle al rey la mano su hija. El rey muy enorgullecido le
preguntó:
- Cal delas?"
Y de ahí quedó el
nombre del Castillo de Castro Caldelas".
Bouso González Sara
Castro Colmenero María
González Chaín Arancha